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Lugares de observación

Lugares de observación

Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 31. Marbella - Ojén

En el inicio de la etapa, a nivel del mar, podemos observar aves marinas y costeras, junto a especies propias de ribera en la desembocadura del arroyo Guadalpín. A continuación, nos adentramos en el tejido urbano de Marbella, donde predominan las especies asociadas a este tipo de medio, hasta que los edificios altos dan paso a construcciones bajas con amplias zonas ajardinadas y abundancia de árboles, que permiten la presencia de especies propiamente forestales, dada la cercanía del pinar de Nagüeles. Una vez se cruza el pinar se produce, prácticamente hasta el final de la etapa, una alternancia de zonas arboladas con otras en las que predomina la roca desnuda, y también el matorral.

Especies Singulares

En el inicio podremos ver gaviotas, cuya abundancia y especie predominante dependerá de la época del año. Durante el invierno predominarán las gaviotas sombría y reidora, aunque también podremos ver la patiamarilla, que es la más frecuente durante el final de la primavera y la primera mitad del verano. Además, charranes patinegros y alcatraces son frecuentes durante las épocas de migración y la invernada, del mismo modo que el correlimos tridáctilo, andarríos chico y otros limícolas como el vuelvepiedras. Ánade real, cormorán grande, garza real, garceta común y garcilla bueyera también pueden ser vistas en los compases iniciales de esta etapa, junto a la cada vez más frecuente cotorra argentina.

Conforme entramos en la zona urbanizada serán cernícalo vulgar, tórtola turca, vencejos común y pálido, golondrina común, avión común, mirlo común, colirrojo tizón, mosquitero común, estorninos negro y pinto, gorrión común y verdecillo las especies más frecuentes. Cuando crucemos la parte donde predominan las casas bajas con amplias zonas ajardinadas aparecerán currucas capirotada y cabecinegra, carboneros común y garrapinos y pinzón vulgar, entre otras especies propias de ambientes forestales. Ya en el propio pinar, donde sabinas, acebuches y lentiscos forman parte de la vegetación arbustiva, tendremos ocasión de observar paloma torcaz, tórtola común, agateador común, jilguero, verderón común, verdecillo, lúgano y piquituerto, además de las especies mencionadas hasta el momento.

El pinar de Nagüeles es muy buen lugar para observar al herrerillo capuchino, especie que puede identificarse fácilmente gracias a la cresta de plumas que se le forma en la cabeza. Posee un collar de color negro que le rodea todo el cuello y, si se observa a una corta distancia, se puede apreciar el llamativo color rojo de los ojos. Se trata de una especie que resulta bastante más fácil de oír que de observar, aunque con un poco de paciencia acabaremos por verlo, casi siempre en compañía de otros ejemplares de la misma especie.

Una vez salimos del pinar comienza una seria de subidas y bajadas a diferentes puertos, que alternan la vegetación arbórea y densa, vinculada a los arroyos que se cruzan, con el predominio de las calizas dolomíticas y la vegetación herbáceadominada por el esparto. En las zonas de arroyos nidifican el petirrojo y el mosquitero papialbo, y son zonas de concentración de zorzales comunes y alirrojos durante la invernada. En las zonas abiertas predominan la tarabilla común, curruca cabecinegra y cogujada común, y llega el momento de estar pendiente al cielo para identificar las rapaces que seguramente observemos. Además de cernícalos vulgares podremos observar águila culebrera, ratonero, águila perdicera, águila calzada y águila real, además de azor y gavilán. Otras especies presentes en la zona son el chotacabras pardo, mochuelo común, abejaruco, vencejos común y pálido, que pueden formar grandes concentraciones en las faldas de la sierra en busca de alimento, y golondrina dáurica.

En algunos momentos de la etapa, como en el entorno de las minas de pirita a cielo abierto, encontramos zonas con cortados que acogen al búho real y también poblaciones nidificantes e invernantes de avión roquero. Antes de haber tenido contacto visual con Ojén, y a la altura de una zona con chalets, cruzamos un pinar maduro donde de nuevo aparecen las especies forestales ya citadas, junto a cárabo y autillo. Ya en la parte final de la etapa es de destacar que en las zonas arboladas donde predominan las umbrías, como el entorno del arroyo del Tajo negro, nidifica el escaso mosquitero ibérico y podremos ver al mito. En este ambiente veremos también petirrojos durante todo el año y también podrá aparecer algún picogordo.

Si desea más información sobre esta etapa (localización, fenología o valores naturales), pinche aquí.

Itinerario

Desde las doradas playas de Marbella, y ascendiendo hacia Ojén por los pinares de Nagüeles en Sierra Blanca, la senda, con continuas subidas y bajadas, bordea toda la falda del majestuoso Pico de La Concha desde donde divisaremos incluso el Peñón de Gibraltar.

 

Ruta A pie
Tipo etapa Lineal
Distancia 17000
Tiempo estimado 5:45
Tipo de firme Asfalto y acerado en la mitad del recorrido, después senda ancha con algunos tramos más estrechos.
Dificultad - Azul - Fácil