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Lugares de observación

Lugares de observación

Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 28. Genalguacil - Casares

En Genalguacil y en Casares tendremos ocasión de observar aves típicamente urbanas mientras que a lo largo de todo el recorrido serán las especies forestales las predominantes. Los ríos y arroyos que se cruzan también aportan especies propias de este tipo de medios y es al final cuando aparecen farallones y cortados rocosos que acogen, entre otras rapaces rupícolas, poblaciones nidificantes de buitre leonado. Las amplias vistas que predominan en la etapa suponen buenas oportunidades para otear el cielo en busca de grandes rapaces.

Especies Singulares

Los dos núcleos urbanos que se visitan en la etapa acogen gran cantidad de aves, aunque es destacable las presentes durante primavera y verano, momento en el que constantemente podremos observar vencejos e hirundínidos volando. Genalguacil cuenta con una población notable de avión común, y también de golondrinas común y, en menor cantidad, dáurica. Tórtola turca, gorrión común y estorninos negro y pinto son las especies predominantes en el mismo pueblo, aunque la diversidad de aves que puede observarse desde el mirador existente en el mismo hito de salida de la etapa es muy elevada, dado el privilegiado entorno que rodea a Genalguacil. Sin salir del casco urbano se podrá disfrutar del vuelo de águilas culebrera y calzada, ratonero común, gavilán, azor y cernícalo vulgar, así como de una gran variedad de especies forestales que se citarán a continuación.

El pico picapinos es frecuente en la zona, como demuestran las numerosas perforaciones que encontraremos en los árboles a lo largo del camino. También están presentes el pito real, paloma torcaz, tórtola común, cuco, chochín, petirrojo, los zorzales común, charlo y alirrojo, mirlo común, las currucas capirotada y cabecinegra, mosquitero papialbo, reyezuelo listado, papamoscas gris, carboneros común y garrapinos, herrerillo común, mito, trepador azul, agateador común, arrendajo, pinzón vulgar, jilguero, lúgano, verderón común, verdecillo, picogordo y escribano soteño.

Ligados a los cauces fluviales, principalmente al río Almarchal, podrán aparecer andarríos chico, torcecuello, martín pescador, lavanderas blanca y cascadeña, ruiseñor común, ruiseñor bastardo y oropéndola, entre otras especies. En los espacios abiertos, donde predomine la vegetación arbustiva podremos también ver zarcero común, abejaruco y tarabilla. Como especies de hábitos nocturnos cabría destacar la presencia de cárabo común, bastante frecuente, autillo y chotacabras pardo.

A lo largo de la etapa se cruzan construcciones, en algunos casos abandonadas y en otros perfectamente habitables, y en su entorno podremos ver, cernícalo vulgar, mochuelo, golondrina dáurica, roquero solitario, collalba negra, estornino negro y gorrión común.

El transcurso de la senda a través del monte del Duque puede considerarse un verdadero lujo, ya que supone una formación de alcornocal en un excelente estado de conservación, cuyo aprovechamiento sostiene su mantenimiento en muy buenas condiciones. También aquí el oído será el que delate la presencia de muchas de las especies que se han mencionado con anterioridad.

Al salir del citado monte, comienza a aparecer una vegetación más variada, con presencia de encinas, pinos, algún quejigo y también olivos. Muy pronto dejaremos a nuestra derecha las paredes verticales de sierra Crestellina y tendremos delante nuestra una impresionante vista del estrecho de Gibraltar, con el peñón que da nombre al estrecho, el monte Mussa marroquí, y el hacho de Ceuta, también visible si la bruma no es persistente. Comienza un ambiente rupícola en el que el buitre leonado toma un claro protagonismo, aunque también podremos ver águila perdicera, collalba negra, grajilla y chova piquirroja. Además, esta sierra es uno de los pocos lugares de la provincia donde podremos observar alimoche durante la época reproductora.

Ya en Casares merece la pena visitar el castillo y su mirador, donde podremos ver cernícalo primilla durante la época reproductora, y a veces también durante la invernada, hecho inusual para la especie ya que sus zonas de invernada se encuentran principalmente en la región de Senegambia. Además de los mencionados cernícalos, en Casares podremos disfrutar de vuelos de buitre leonado a corta distancia, sobre el mismo pueblo, así como de águila calzada y ratonero común.

Si desea más información sobre esta etapa (localización, fenología o valores naturales), pinche aquí.

Itinerario

Este tramo transcurre encajado en las estribaciones norte de los Reales de Sierra Bermeja y de Sierra Crestellina, rodeado de una variada vegetación en la que debido al alto grado de humedad existente proliferan diversos tipos de helechos en todas las estaciones del año.

Ruta A pie
Tipo etapa Lineal
Distancia 20500
Tiempo estimado 5:45
Tipo de firme Pistas de tierra y veredas, principalmente. Existen vadeos de ríos.
Dificultad - Azul - Fácil