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Lugares de observación

Lugares de observación

Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 33. Mijas - Benalmádena

La avifauna de la etapa está caracterizada por la elevada altitud por la que transcurre una parte importante del trazado, y también por las formaciones de vegetación que se cruzan, entre las que se destacan pinares y zonas en las que las encinas comienzan a ganar terreno a las coníferas. Así, tendremos una combinación de especies ligadas a la montaña, junto a aves forestales y típicas de medios en parte degradados.

Especies Singulares

También en esta etapa son patentes los efectos de los incendios que han castigado a la sierra de Mijas. Los primeros compases transcurren por un ambiente con palmitos y esparto donde son cogujadas, tarabillas y currucas cabecinegras los principales protagonistas emplumados, aunque en las diferentes formaciones de pinar que cruzamos en la etapa (pino piñonero, carrasco y resinero) pueden verse paloma torcaz, tórtola común, vencejos pálido y común, abejaruco, abubilla, pico picapinos, pito real, mirlo común, zorzal charlo, papamoscas gris, carbonero común, carbonero garrapinos, herrerillo capuchino, agateador común, arrendajo, pinzón vulgar, pardillo común, jilguero, verderón común, verdecillo, piquituerto y escribano montesino.

Muy pronto ya se pasa cerca de una de las canteras, y es precisamente esta una zona en la que la observación de águilas culebrera y calzada, y cernícalo vulgar resulta relativamente fácil. Otras rapaces que pueden observarse a lo largo de la etapa son ratonero común, gavilán y azor, vinculadas a las masas forestales. El primer pinar de pino piñonero que se cruza posee un valor creciente conforme los incendios devoran formaciones arbóreas, a un ritmo demasiado elevado. En invierno estas zonas de vegetación se pueblan con bisbita común, lavandera blanca, petirrojo, zorzal común y alirrojo, acentor común, curruca capirotada, mosquitero común y lúgano, procedentes del centro y norte de Europa.

Al igual que en las etapas previas, las épocas de migración incrementan de manera notable el número de especies que pueden verse, y en este caso merece la pena destacar a los paseriformes que sedimentan en la sierra de Mijas, los cuales permanecen en ella durante varios días. Algunas de las especies que pueden verse son las collalbas gris y rubia, colirrojo real, las currucas carrasqueña, zarcera, mosquitera y mirlona, papamoscas cerrojillo y también es posible observar roquero rojo. Además, durante los días en los que predomina el viento de poniente de los meses de agosto, septiembre y octubre, es posible observar rapaces en migración, principalmente águila calzada y milano negro, aunque el abanico de especies puede abrirse a todas aquellas que utilizan el estrecho de Gibraltar para cruzar al continente africano.

De entre las rapaces nocturnas cabría destacar la presencia de lechuza común, búho real, cárabo común, mochuelo y autillo, que junto al chotacabras pardo ambientan acústicamente el recorrido en los momentos en los que el sol no luce. Una vez se alcanzan las cotas más altas puede verse cogujada montesina, junto a otras especies ya citadas. Es en esta zona, y ligado a los escarpes más destacados, cuando aparece el roquero solitario, casi siempre en los pequeños salientes de las zonas más verticales, y donde podremos observar avión roquero, collalba negra, cuervo y escribano montesino. En el momento en el que aparecen las encinas será más probable ver zarcero común, trepador azul, agateador común y herrerillo común, también presentes en la etapa.

Lo más destacado de la etapa, con el permiso de las generosas vistas ofrecidas por las partes altas, podría consignarse al último tramo de la misma, en la zona del tajo del Quejigal, donde podremos disfrutar de una garganta con una vegetación bien conservada y unos cortados que recogen una muestra destacada de especies rupícolas de interés. En esta zona es posible observar, entre otras especies, águila perdicera, águila real y también halcón peregrino.

Ya al final de la etapa podremos ver, al igual que en el inicio, especies habituadas a vivir en nuestro entorno más cercano; mayoritariamente vencejos, paloma bravía variedad doméstica, tórtola turca, golondrina común, avión común, estorninos negro y pinto y gorrión común.

Si desea más información sobre esta etapa (localización, fenología o valores naturales), pinche aquí.

Itinerario

Con una pendiente de subida importante, la senda discurre por los pinares de Mijas hacia  el Cerro del Moro con su característico "bosque de antenas", tras el que divisaremos nuestro destino, la cumbre del Calamorro, desde el que podremos bajar a Benalmádena a pie o usando el telecabina.

 

Ruta A pie
Tipo etapa Lineal
Distancia 18000
Tiempo estimado 6:15
Tipo de firme Senda ancha y muy transitable en su mayoría
Dificultad - Azul - Fácil