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Lugares de observación

Lugares de observación

Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 27. Benalauría - Genalguacil

En esta etapa tenemos la posibilidad de agudizar el sentido del oído para enriquecer nuestros contactos con las aves. Aunque podremos observar directamente a una variada muestra de especies típicamente forestales, como por ejemplo rapaces, carpinteros y numerosos paseriformes, hay un número nada desdeñable de aves propias de éstos medios que serán fáciles de oír y muy difíciles de observar. También es frecuente que, incluso teniendo al ejemplar destino de nuestra mirada a pocos metros de distancia, haya siempre una rama que se interponga entre el ave y nuestros prismáticos. El recorrido que se hace junto al mismo cauce nos dará pie a familiarizarnos con la comunidad de aves que vive en contacto directo con el agua.

Especies Singulares

Las especies forestales son las protagonistas de la etapa, a las que hay que sumar las propias de entornos urbanos en el inicio y final de la misma, y aquellas típicas de riberas y ríos. En los primeros y últimos pasos del recorrido serán gorriones comunes, vencejos y golondrinas y aviones comunes las que nos recuerden la presencia de casas habitadas. Conforme comencemos a andar y aparezcan los primeros árboles, aumentará la probabilidad de ver pico picapinos, pito real, paloma torcaz, tórtola común, chochín, petirrojo, los zorzales común, charlo y alirrojo, el mirlo común, las currucas capirotada y cabecinegra, los mosquiteros papialbo e ibérico, zarcero común, carbonero común, herrerillo común, trepador azul, agateador, pinzón vulgar, jilguero, verderón, verdecillo, picogordo y escribano soteño.

Ya en el cauce del río podremos ver y/o escuchar andarríos chico, torcecuello, martín pescador, lavanderas blanca y cascadeña, ruiseñor común, ruiseñor bastardo, carricero común vinculado a los pocos espacios abiertos con cañavera, y oropéndola en las partes altas de los árboles de mayor envergadura, entre otras. Ligados a las construcciones que encontramos por el camino podrán aparecer cernícalo vulgar, mochuelo, golondrina dáurica y roquero solitario.

La comunidad de aves rapaces es de gran interés ya que pueden observarse tanto aquellas propiamente forestales (culebrera europea, águila calzada, ratonero común, azor y gavilán), como las ligadas a los cantiles rocosos que presiden el valle, desde sierra Crestellina y el hacho de Gaucín, hasta los cortados de Benadalid (especies como el buitre leonado, el águila perdicera y el halcón peregrino son relativamente frecuentes si prestamos atención al cielo).

Si hacemos algún tramo de nuestro recorrido con las primeras o las últimas luces del día podremos, además, disfrutar del canto de especies crepusculares como el búho real, autillo, cárabo y chotacabras pardo.

Si desea más información sobre esta etapa (localización, fenología o valores naturales), pinche aquí.

Itinerario

Desde la salida de Benalauría, con sus tonos verdes en primavera y verano, y con toda la gama de ocres y rojos en el otoño, los castaños nos acompañarán en casi todo el recorrido hasta alcanzar Genalguacil, que recostado en una pendiente destaca con su blancura en medio del bosque.

 

Ruta A pie
Tipo etapa Lineal
Distancia 11600
Tiempo estimado 3:50
Tipo de firme Asfalto, pista de tierra y veredas terrosas
Dificultad - Azul - Fácil