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Lugares de observación

Lugares de observación

Gran Senda de Málaga (GR 249). Etapa 22. Ardales - El Burgo

El comienzo de la etapa está marcado por el río Turón, que conforma una zona de inundación que puede acoger a una gran cantidad de especies acuáticas. Al poco de iniciar la senda nos separamos del cauce y cruzamos zonas de cultivo de cereal que pasan a convertirse en pinar maduro a los pocos kilómetros; este pinar acoge enebros en su parte más alta, donde aparece un matorral noble de interés. Divisando altas cumbres durante toda la etapa, desde los altos de la sierra Huma al principio, hasta las sierras de Alcaparaín, Ortegícar y Prieta a lo largo del sendero, este tramo de la Gran Senda de Málaga marca el inicio de las etapas serranas, donde las especies más propias de la montaña de nuevo hacen acto de presencia. Una vez alcanzada la altitud máxima de la etapa, donde al pinar se le suman encinas, de nuevo son las zonas de cereal las que predominan, con especies propias de ambientes abiertos. Conforme nos acercamos a El Burgo son las huertas y cultivos arbolados los ambientes predominantes, que junto a la presencia de arroyos hacen muy entretenida la labor de observación de aves.

Especies Singulares

En Ardales, y más concretamente en el entorno del río, podremos observar aves típicamente urbanas como vencejos pálidos, estorninos negro y pinto, golondrinas común y dáurica, avión común y avión roquero. Estas especies se concentran en el río tanto para alimentarse de insectos como para beber agua en vuelos rasos en los que, con precisión milimétrica, introducen únicamente la mandíbula inferior en el río. De encontrar un grupo de estas aves concentrado en la zona merece la pena dedicar un rato si aún no sabemos cómo distinguirlas.

Desde el mismo puente, y aguas abajo del mismo, tendremos ocasión de ver ánades reales, algún cormorán grande y limícolas como el chorlitejo chico o la estilizada cigüeñuela. La cercanía de cultivos de olivar, con mosaicos de cereal, junto al bosquete de ribera en el mismo inicio de la etapa, favorece que la diversidad de especies que podamos observar sea muy elevada. Chotacabras pardo, abundante en la zona, abubilla, cogujada común, ruiseñor común, colirrojo tizón, tarabilla común, mirlo común, buitrón, ruiseñor bastardo, currucas cabecinegra y capirotada, mosquitero común, reyezuelo listado, papamoscas gris, carbonero común, alcaudón común, oropéndola, jilguero, verderón, verdecillo y triguero, son las especies más frecuentes.

En las cercanías del castillo del Turón podremos sorprender a algún mochuelo sobre los majanos existentes, así como al roquero solitario o el búho real en el mismo castillo. En la transición al pinar son frecuentes las perdices, y una vez adentro de la masa arbórea el carbonero garrapinos nos hace saber la tipología de bosque a la que nos enfrentamos. Este pinar acoge también al águila calzada, gavilán, pico picapinos, mirlo común, zorzal común, curruca cabecinegra, curruca capirotada, alcaudón meridional en las zonas más abiertas, arrendajo, pinzón, piquituerto y pardillo, entre otras especies. Al llegar a la cota aproximada de 800 metros, la presencia de encinas y matorral es señalada por la aparición de herrerillo común y también de curruca tomillera.

Si pretendemos observar grandes rapaces esta etapa es un buen lugar, ya que recorre el límite de varios territorios. Una mirada de cuando en cuando al cielo, recorriendo con el prismático el borde de las altas cumbres, nos facilitará la observación de águila real y águila perdicera, así como ejemplares de buitre leonado.

Al dejar atrás la zona arbolada la senda transcurre por zonas de cultivo de cereal, envuelta por retamas de gran porte. Justo en esta zona encontramos una junquera a la izquierda de nuestro transcurrir donde no pasarán inadvertidos los abundantes trigueros, junto a tórtolas comunes, tarabillas comunes, buitrones y otras muchas de las especies mencionadas hasta el momento. Los farallones que dejamos a la derecha son morada del búho real, que junto al cernícalo vulgar, grajilla y chova piquirroja deja clara la presencia de cortados. Una vez nos acercamos al arroyo de los Niños serán abejarucos, zarceros comunes, alcaudones, estorninos y escribanos soteños las especies que marquen nuestros pasos, hasta llegar a la zona más domesticada por los cultivos y las casas de campo, donde la comunidad de paseriformes se enriquece de manera notable.

Si es primavera-verano el momento de hacer la ruta, serán los aviones comunes los primeros en darnos la bienvenida a El Burgo, de nuevo a orillas del mismo río que dejamos atrás en Ardales.

Si desea más información sobre esta etapa (localización, fenología o valores naturales), pinche aquí.

Itinerario

Esta ruta es una perfecta combinación entre historia y naturaleza, con un trazado de suave perfil a través de campos de olivos y de pinares, que discurre a los pies del Castillo del Turón, hasta alcanzar la localidad de El Burgo con su hermoso paseo fluvial.

 

Rutas A pie En bicicleta
Tipo etapa Lineal
Distancia 22600
Tiempo estimado 5:35
Tipo de firme Precaución carretera. Carril compactado.
Dificultad - Azul - Fácil