Ave zancuda de gran tamaño (aprox. 93 cm) y envergadura (aprox. 135 cm) con el plumaje blanco. Inconfundible por su pico negro y largo con el extremo aplanado como si fuese una espátula. El extremo del pico presenta una mancha amarillenta que se hace más intensa en época reproductiva. Durante esta época los adultos exhiben también un penacho de plumas amarillo y un collar del mismo color en el pecho, más marcado en los machos. Patas largas y negras. En vuelo muestra una silueta con patas y cuello estirado, como las cigüeñas.
Zonas húmedas
Humedales poco profundos y cercanos a la costa, con fondos arenosos, fango o afectados por las mareas y carentes de vegetación sumergida.
Especie invernante en la provincia. También se puede ver en paso migratorio. Se reproduce entre abril y mayo en colonias. Nido en árboles. Una puesta anual de 3 a 4 huevos. Se alimenta en grupos, de invertebrados acuáticos, y también pequeños peces y anfibios. Explora el fondo del humedal con su pico, moviendo la cabeza de un lado a otro. El pico no filtra el fango, es muy sensible a la presencia de animales enterrados, igual que ocurre con los limícolas, lo que le permite capturarlos.
Desembocadura del Guadalhorce, lagunas de Fuente de Piedra, Campillos y Desembocadura del río Vélez. En paso migratorio se pueden ver por toda la línea de costa, siempre por el interior ya que no suelen volar sobre el mar.
El nombre latino de esta especie hace referencia a su parecido con una garza de color blanco con pico en forma de espátula. Sin embargo, las espátulas tienen un nombre más curioso, que data de la época de la Edad Media. Entonces se las conocía como "averramias" por su costumbre de anidar en pajareras y, por tanto, estar siempre entre las ramas de los árboles.
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